Cuida la expresión.
Es la imagen de tu empresa.
Lo primero que el cliente ve.
La tecnología nos abre muchas puertas; una gran transformación que repercute en muchos aspectos de nuestra vida diaria. La irrupción de internet en nuestras vidas trae consigo, entre otras muchas utilidades, la posibilidad de participar y acceder a gran variedad de páginas, tanto en formato audiovisual como escrito.
Internet es una lupa que todo lo agranda
Por esto es importante cuidar la presentación de nuestros trabajos, especialmente si nos interesa crear una buena imagen, por ejemplo, para vender nuestros productos o servicios.
La facilidad de acceso a internet, junto a la época de cambios y aceleración que presenciamos, ha propiciado una ingente afluencia de textos mal escritos debido, en muchos casos, a las prisas por comunicar, no importa en qué forma, diversos tipos de mensajes.
Pero he aquí que la forma es importantísima. Un texto con errores ortográficos, espacios de más, palabras unidas, frases mal expresadas, demasiadas repeticiones, etc., crea una imagen de descuido que el lector o cliente puede atribuir no solo al texto, sino a la empresa o persona que hay tras este; el mensaje puede llegar a confundirse o incluso hacerse incomprensible o expresar lo contrario de lo que se pretende, dando lugar a equívocos que han llegado y pueden llegar a destrozar grandes proyectos o empresas.
Como profesional del lenguaje pongo a tu alcance mis servicios para que tus clientes entren en tu empresa de forma correcta, clara y limpia. Como muy bien dice el refrán: «Un buen remojado es medio afeitado».
Si la presentación de tu página es, repito, limpia, clara y correcta, el cliente querrá conocer lo que hay detrás. Y si has dedicado grandes esfuerzos a la tecnología y recursos humanos, intelectuales y económicos en la preparación de tus proyectos, ¿vas a permitir que se vayan al traste por una mala presentación?
La presentación es lo primero que el cliente conoce de ti. No dejes que se vaya sin entrar.
Clemen Corbalán, traductor profesional. Déjalo en mis manos y no te arrepentirás.